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Una noche Dios fue donde Abimélec en un sueño y le dijo:

—Vas a morir por haber tomado a esa mujer, ella tiene esposo.

Abimélec todavía no había tenido relaciones sexuales con ella. Entonces le dijo:

—Señor, ¿destruirías a una persona inocente? ¿Acaso no me dijo él: “Ella es mi hermana”? Ella misma también me dijo: “Él es mi hermano”. Yo hice esto de buena fe e inocentemente.

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